Panna cotta de chocolate

La panna cotta es un postre de origen italiano y se elabora a partir de nata, leche, azúcar y gelatina.

Su apariencia es muy similar a un flan pero su sabor y textura son un tanto diferentes, no lleva huevos ni ninguna base de caramelo y por la cantidad de nata que contiene su sabor es mucho más lácteo.

A la base de la receta se le puede añadir algún tipo de esencia como de caramelo, vainilla o licor de naranja.

Se puede preparar en moldes para flanes o en vasitos individuales y decorar con nata o alguna fruta ácida como las frambuesas o cualquier fruto rojo.

La panna cotta lleva muy pocos ingredientes los cuales solemos tener en nuestra despensa o en la nevera, se prepara en muy poco tiempo y no necesitas horno, sólo unos minutos de cocción en el fuego y que acabe de cuajar en la nevera.

• 175 gr de chocolate para cobertura
• 400 ml de nata para montar
• 100 ml de leche
• 60 gr de azúcar
• 1 c.p de cacao en polvo
• 4 hojas de gelatina

1. Empezamos hidratando la gelatina en abundante agua fría, colocamos las hojas de gelatina en un bol grande y las dejamos en remojo durante 10 minutos. Escurrir muy bien.
2. En la olla Optima de 16 cm vertemos la leche, la nata y el azúcar, mezclamos bien y dejamos que rompa a hervir. Mientras se pueden engrasar un poco los moldes con aceite si vas a presentar la panna cotta en forma de flan.
3. Apartar la olla del fuego e incorporar la gelatina bien escurrida, mezclar bien y añadir la cucharada de postre de cacao en polvo y volvemos a mezclar.
4. Trocear con un cuchillo el chocolate y lo añadimos a la olla para que se funda con el calor, mezclar hasta que esté todo fundido y pasar la mezcla por un colador para eliminar posibles grumos.
5. Verter la mezcla en una jarra para rellenar los moldes o los vasitos que tengamos preparados.
6. Dejar que atemperen a temperatura ambiente, después tapamos y guardamos en la nevera hasta que estén bien cuajados.
7. A la hora de servir la panna cotta si es en forma de flan será más fácil desmoldarla si sumergimos la base de los moldes en un poco de agua caliente y con un cuchillo despegamos con cuidado de las paredes.